marți, 15 mai 2012

EN COMPASION

Y viendo las gentes, tuvo compasión de ellas; porque estaban derramadas y esparcidas como ovejas que no tienen pastor. Mat. 9:36




Por lo menos nueve veces hablan los Evangelios de que Jesús tuvo "compasión" de las gentes. Compasión tiene su origen en una palabra latina que a su vez proviene de una griega, que significa "comunidad de sentimientos". Compasión es el rasgo semejante al de Cristo que lleva nuestro corazón hacia los que están en necesidad y crea dentro de nosotros un deseo de llevar cargas.


Cuando las gentes estaban alrededor de Jesús, con pedidos urgentes que inspiraban lastima, el "tuvo compasión de ellas" . Sus ojos contemplaban al desfalleciente, al vacilante, al afligido, al enfermo espiritualmente y su gran corazón de amor iba en pos de ellos. "Todos recibían, atención. Cada uno quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera. Los mudos abrían sus labios en alabanza; los ciegos contemplaban el rostro de su Sanador. El corazón de los dolientes era alegrado" (DTG 134)


Los antiguos creían que el bazo era el asiento de las emociones humanas. No es de extrañar entonces que la raíz griega para la palabra "compasión" fuera bazo. Cuando Jesús veía a alguien abrumado por incapacidades físicas, por el pecado, la tristeza o un corazón quebrantado, experimento ese extraño "vació" allá en su interior que experimentamos cuando estamos profundamente conmovidos por algo.


Pero la compasión es algo mas que un vació en el asiento de nuestras emociones. Es mas que sentimientos benévolos hacia nuestro prójimo. Es una poderosa fuerza activa que movió a Jesús a la acción. Lo indujo a hacer algo por las necesidades de los que acudían a el.

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